¡Tengo el SOL de tu sonrisa y no preciso más!
Nos queríamos. Eso nunca lo habíamos puesto en duda. 
Lo que no sabíamos era qué teníamos que hacer para
no destrozarnos la vida uno al otro de una manera tan 
dolorosa y brutal que nos dejábamos el alma partida.
¿Por qué no admitimos que esta relación es una mierda, 
pero seguimos adelante? ¿Por qué no admitimos que nos 
sacamos de quicio mutuamente, pero que no podemos 
vivir el uno sin el otro? Así podríamos pasar el resto de
 la vida juntos, hundidos en la miseria, pero contentos
 de no habernos separado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario